Del 1 al 3 de marzo, el equipo cadete del Club Ciclista Arandino pudo disfrutar de una concentración en la localidad cántabra de Riancho, donde aprovechó para unir lazos entre corredores y directores y subir unos puertos que no se presentan todos los días dada la orografía burgalesa. La expedición estuvo compuesta por diez corredores, de izquierda a derecha en la imagen superior, Rubén Sánchez, Pablo Ibañez, Jaime Illera, Francisco Miranda, Álvaro Ibañez, Raúl Ibañez, Álvaro Lacalle, Pablo Rodriguez, Mario Lamela y Miguel Rojo, dos personas que habitualmente nos acompañan en los entrenamientos, Adolfo Hervás y Juan José Serrano, el auxiliar debutante en la experiencia Julián Cirbián y los dos directores Ventura Lafuente y Ángela Callejo.
La jornada del sábado comenzó con un entrenamiento de casi 90 km pasando por La Escrita, el puerto de los Hoyos y una ascensión final a las cuevas de Ranero que no se pudo culminar por la extrema dureza que presentaba la misma con rampas de hasta el 24% y el elevado kilometraje con el que contaban los corredores en sus piernas, y como siempre, aprovechando los tramos "llanos" para seguir con la práctica de los famosos relevos. Por la tarde tuvo lugar una charla en la que corredores y directores comentaron tanto los objetivos del equipo como los individuales, así como el calendario a realizar esta temporada y diversos aspectos técnicos y tácticos.
El domingo comenzó con un nuevo entrenamiento, en este caso de unos 80 km, y en el que ascendieron el alto de Asón y un puerto sin nombre al que bautizaron como puerto de los "Butaneros" en honor al color naranja del equipo arandino. El único percance del fin de semana ocurrió en esta jornada y fue la caida "tonta" de uno de los corredores de la que se espera, no tenga consecuencias a largo plazo. La concentración terminó con el habitual cocido montañés para comer antes de cargar los coches y volver a casa.
Las sensaciones finales del fin de semana fueron muy buenas para todos, corredores, directores y auxiliares, por haber disfrutado de unos paisajes increibles o haber subido puertos que no se hacen todos los días, conclusión, por disfrutar sufriendo. El Gerardo de la Calle cadete comienza la competición oficial este fin de semana en la 2ª etapa de la Aiarako Bira (Álava), a la que llega con la motivación intacta y muchas ganas de hacer un gran papel.
El domingo comenzó con un nuevo entrenamiento, en este caso de unos 80 km, y en el que ascendieron el alto de Asón y un puerto sin nombre al que bautizaron como puerto de los "Butaneros" en honor al color naranja del equipo arandino. El único percance del fin de semana ocurrió en esta jornada y fue la caida "tonta" de uno de los corredores de la que se espera, no tenga consecuencias a largo plazo. La concentración terminó con el habitual cocido montañés para comer antes de cargar los coches y volver a casa.
Las sensaciones finales del fin de semana fueron muy buenas para todos, corredores, directores y auxiliares, por haber disfrutado de unos paisajes increibles o haber subido puertos que no se hacen todos los días, conclusión, por disfrutar sufriendo. El Gerardo de la Calle cadete comienza la competición oficial este fin de semana en la 2ª etapa de la Aiarako Bira (Álava), a la que llega con la motivación intacta y muchas ganas de hacer un gran papel.
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